Este artículo está basado en el capítulo #014 de Vía Podcast.
Cuando Jeśus Rodríguez Cortés, ejecutivo de redes de una importante compañía telefónica de Puerto Rico, comenzó a producir su famoso pódcast ‘TeoBytes’, no imaginó el éxito y la influencia que iba tener entre los amantes de la tecnología y los que disfrutan escuchando la palabra de Dios. Hoy día, a más de un año de haber publicado el primer episodio, recibe más de 3000 descargas al mes. Le llegan mensajes de felicitación diarios y su comunidad de seguidores está en crecimiento constante.
Comenzar no fue sencillo. Antes de decidir comenzar a grabar, no sabía mucho de pódcast. Por está razón decidió escuchar varios locutores y programas para darse una idea de cómo era el mundo del podcasting. Sunne de Nación Podcastert, Daniel J. Lewis del pódcast The Audacity to Podcast y el mismo Melvin Rivera de Vía Pódcast, fueron sus inspiraciones, asegura. De ellos aprendió lo necesario para comenzar y ahora, después de 67 episodios, se puede decir que es un experto en la materia.
Jesús habló con Melvin Rivera Velázquez en Vía Pódcast, sobre su experiencia con el pódcast, lo que lo motiva cada día a grabar, cómo promociona su programa y cómo distribuye su tiempo.
“Escuché varios podcasters para que me arrojaran luz por donde empezar”. Esto cuenta Rodríguez quien asegura le debe mucho a los podcasters que tomó como ejemplo para emprender su aventura. Escucharlos le ayudó a saber cómo quería sonar, cómo deseaba que su programa fuera concebido y a encontrar el sello característico que quería tener.
Superando retos
Al principio no fue fácil pues tuvo que enfrentar varios retos que poco a poco fue superando. “Uno de los retos más difíciles fue encontrar mi voz. Tengo una condición de frenillo con la letra ‘r’ y una dificultad de fraseo, que al principio me causaba inseguridad”, confiesa. Sin embargo, su problema de vocalización no lo detuvo. Por el contrario, después de más de 60 programas, hay quienes incluso lo felicitan por su voz, su buena dicción y por lo comprensible de sus palabras.
Otro reto que enfrentó fue el de encontrar los equipos perfectos para que el pódcast se escuchara justo como él quería. “Si escuchan mis primeros podcasts van a notar toda clase de ruidos de fondo. Ahora ya he podido hacerme de mejores equipos, mejores micrófonos y he aprendido algunos trucos para hacer que todo suene perfecto. Algunas personas creen que grabo mi pódcast desde un estudio profesional”.
Lograr coordinar a las personas que tiene como invitadas en su pódcast, también representó un reto para Jesús. Hacer la debida investigación, coordinar los tiempos, buscar el lugar adecuado y lograr optimizar al máximo el tiempo, fueron temas que con el tiempo aprendió a manejar y ahora le toman apenas un par de horas“.A veces es difícil lograr que accedan a una entrevista y si aceptan es difícil coordinar el tiempo. Pero el reto siempre logra superarse y el episodio se graba ‘sí o sí’”.
Cada episodio de TeoBytes dura aproximadamente 35 minutos. Ese es el límite que Jesús se propuso para cada programa y así no arriesgarse a que sus radioescuchas se aburran en la mitad y decidan dejar de escuchar. Pero, a veces el límite no logra cumplirse y se encuentra con episodios de más de 45 minutos e incluso de más de una hora. La solución que él encontró fue “grabar series con un mismo invitado”. Cuando sabe que la conversación con determinado entrevistado va a ser larga e interesante, decide grabar dos capítulos para que lo importante no quede en el aire. Ese reto del tiempo también lo ha sabido superar.
El propósito de TeoBytes
TeoBytes es un pódcast donde Rodríguez comparte reflexiones teológicas en los tiempos de las nuevas tecnologías. En cada episodio ofrece una mirada al estudio de hechos relacionados con Dios en los tiempos de las redes de información. Desde el principio el programa buscó ser un foco de interés para el clero y el liderato en las iglesias, promoviendo la educación y la reflexión.
Aunque producir el programa es para Jesús todo un placer y una pasión. Él reconoce que a veces debido a sus ocupaciones, su familia y al poco tiempo que le queda, se ha cuestionado si vale la pena seguir haciéndolo. “Trabajo a tiempo completo, predico en varias iglesias, hago conferencias y estoy involucrado en tres proyectos educativos. De manera que sacar tiempo para producir el pódcast ha sido un reto inmenso. A veces me he preguntado si vale la pena seguir, pero he podido arreglármelas y sacarle tiempo”. Y es que Jeśus tiene una razón muy fuerte e importante para seguir compartiendo sus conocimientos por medio de su pódcast e invitando a colegas y conocedores de teología y tecnología al programa.
“Amo al Señor inmensamente. Siento que debo predicar la palabra y esparcir el conocimiento en estos medios tecnológicos”.
Lo que haría diferente
Al comparar el primer episodio de ‘TeoBytes’ con el último, se puede notar toda la evolución que tanto la producción como Jesús han tenido durante todo este tiempo. El sonido y la edición -debido a los equipos que utiliza-, las herramientas digitales que emplea, la forma como aborda los temas, el ritmo de las entrevistas y los elementos que poco a poco ha ido incluyendo, son prueba de ello.
No obstante, aunque la experiencia le ha servido para mejorar, Rodríguez acepta que hay algunas cosas que habría preferido hacer de forma distinta, si tuviera la oportunidad. “Si volviera a comenzar, reduciría el tiempo y lo utilizaría de una mejor forma. También habría pensado mejor el nombre, quizás uno que fuera más global. Y sin duda pensaría mejor los equipos a comprar”.
Pueden escuchar el pódcast de Jesús Rodríguez, ‘TeoBytes’, aquí.