Las páginas que usan el nuevo protocolo HTTPS le brindan a los cibernautas menos posibilidades de que su información sea usurpada y que sus ordenadores sean hackeados.
Según un estudio realizado por Moz (compañía que realiza análisis de marketing) más del 30% de las páginas web ahora operan bajo el protocolo HTTPS; Hypertext Transfer Protocol Secure (Protocolo seguro de transferencia de hipertexto), lo que hace que la navegación en línea sea mucho más segura, tanto para los usuarios como para los operadores web. El estudio revela que la cifra ha ido en un aumento considerable y que para finales de este 2017, llegará a un 70%.
La idea principal del protocolo HTTPS es crear un canal seguro sobre una red insegura.
Otro estudio, realizado por la web letsencrypt.org, devela que más del 50% de páginas que son cargadas con el navegador Firexos, funcionan bajo el nuevo protocolo HTTPS, y aunque este no es el navegador más utilizado, es pertinente tomar en cuenta estas cifras que hacen alusión al cambio que las páginas web están haciendo.
Moz, para su estudio, rastreó más de 10 mil palabras en su conjunto de herramientas, lo que permitieron calcular en su estudio, cuántas páginas se regían bajo el nuevo protocolo. Aunque, este número solo podrían representar un 50% de las consultas que arrojan resultados con HTTPS, pero dan un espectro bastante amplio de lo que se está generando en la red.
Ambos estudios coinciden en el aumento que ha tenido el uso de este nuevo protocolo, cuyo principal impulsador fue el gigante Google cuando en 2014 se trasladaron y comenzaron a hacer alarde de su cambio. Desde ahí hasta ahora son muchas las web reconocidas e incluso las pequeñas páginas y blogs que han optado por mudarse también.
¿Quiénes usan más el HTTPS?
Debido a la seguridad que brinda, este protocolo es usado en su mayoría por portales de bancos, tiendas en línea, y cualquier otra web que tenga servicio de venta o interacción directa con el cliente, ya que al tener un rango más amplio de seguridad, permite que los usuarios se sientan más confiados a la hora de introducir contraseñas, números de tarjetas de crédito o datos personales.
¿Por qué el protocolo HTTPS es más seguro?
El protocolo HTTPS es una extensión cifrada en SSL o TLS del HTTP tradicional. Las páginas que se rigen bajo este nuevo protocolo bidireccional, les ofrecen a sus visitantes más seguridad en cuanto a protección contra espionaje o manipulación de comunicaciones.
Los sitios web mantienen la integridad y privacidad tanto de los cibernautas como de las mismas páginas web, lo que resulta muy efectivo a la hora de protegerse de ataques como los de ´man-in-the-midlle’ (ataque de intermediario) o ‘eavesdropping’ (ataques de escucha). El método de seguridad de HTTPS no es completamente infalible, pero ayuda en una medida mucho más amplia a la seguridad al navegar, al menos en comparación al protocolo antiguo.
Una conexión HTTPS en un sitio web puede ser validada al momento que el usuario accede a ella, esto hace que el navegante confíe en la autoridad de certificación, que solo obtienen páginas web legítimas sin nombres engañosos.
La página proporciona un certificado válido (y un certificado inválido muestra una alerta en la mayoría de los navegadores), lo que significa que está firmado por una autoridad confiable. Esto genera sin duda confianza en los usuarios y hace que, dado el caso, decidan seguir o no navegando en determinada página web.
El protocolo de HTTPS, es utilizado en diversos navegadores, entre ellos Internet Explore, Google Crome, Moxila Firefox y Opera. Algunos de estos navegadores utilizan un candado en la parte derecha de la barra de direcciones, para que el usuario sepa que el sitio está protegido, otros utilizan un signo positivo de color verde.
Sin duda, el nuevo protocolo HTTPS es el camino a una navegación mucho más segura y confiable. Los cibernautas al entrar a una página web que trabaje bajo este protocolo se pueden sentir seguros de utilizar datos confidenciales sin el riesgo de ser hackeados. A diferencia del protocolo HTTP que es mucho más fácil de violentar y captar información tal y como el usuario la proporcione. Lo que no pasa con el HTTPS, ya que si de suerte los hackers logran interceptar alguna información, esta no podrá ser descifrada ya que estará encriptada.